Ayer recibí por medio de un Whatsapp (ya conocéis como es esta aplicación que parece la vieja del visillo, todo lo sabe y en cuestión de segundos lo difunde a medio planeta), esta foto del Sr. Rato brindando por sus logros.
Tengo que deciros que no pude evitar que asomase mi sonrisa.
Pero no os enfadéis conmigo. No quiero que penséis que tal situación me hace gracia. Justo lo contrario, para mí es indignante y lamentable que personas en las que hemos confiado nuestro país actúen así, aprovechándose del poder que se les ha depositado.
Lo que sucede, es que me encanta el humor sarcástico e irónico. Creo que es la mejor manera de decir la verdad muy sibinilamente y, eso fue lo que me vino a la mente es ese momento, la verdad.
Esa verdad que aunque intentes esconderla con mentiras, le eches pétalos de rosa y lo adornes con laureles de oro, es imposible que no huela a podrido y que deje asomar toda la malicia contenida.
Esa verdad, que nos muestra a un señor que no merece llevar esa palabra delante de su apellido, porque de noble, respetable y honesto ha demostrado no tener nada.
A no ser, que le denominemos "SEÑOR" basándonos en otros significados que tiene esta palabra, como son los de "soberanía y poder".
De ser así, eso estaría más acorde con la imagen que hemos conocido en el pasado de este hombre, dado el gesto prepotente, altivo y soberano que nos ha ofrecido durante toda su vida pública.
De ser así, eso estaría más acorde con la imagen que hemos conocido en el pasado de este hombre, dado el gesto prepotente, altivo y soberano que nos ha ofrecido durante toda su vida pública.
Así que aclarando que me acojo a lo segundo, voy a seguir llamándole Sr. Rato y prosigo .
Este señor que presumía en sus primeros pinitos en el poder de ser el héroe salvador que acabaría con la epidemia de garrapatas que estaban defraudando a la Hacienda Pública.
Este señor que se le llenaba la boca hablando de honestidad y cumplimiento con el deber y las leyes, y se enorgullecía de señalar con el dedo a los que no lo hacían.
Este señor que manifestaba el daño que las personas corruptas hacían al pueblo español y a su economía.
Este señor que le llovían los amigos y los buenos trabajos después de dejar su cargo en política, supuestamente por todas esas virtudes que ahora parece que han desaparecido de golpe.
Sr. Rato, hoy le miro a los ojos y no puedo encontrar a este señor. ¿Tal vez fuese un espejismo lo que nos quiso vender en ese momento?
Hoy más bien veo a un hombre manchado por el dinero que no debiera ser suyo.
Dinero que no le importó de donde procedía, solo su destino.
Haciendo daño en su camino a todo tipo de personas, jóvenes y no tan jóvenes, personas jubilad@s, en definitiva gente honesta y trabajadora. Aún sabiendo que a Ud. no le hacía falta y que para ell@s eso era el sustento de sus familias.
Dinero que no le importó de donde procedía, solo su destino.
Haciendo daño en su camino a todo tipo de personas, jóvenes y no tan jóvenes, personas jubilad@s, en definitiva gente honesta y trabajadora. Aún sabiendo que a Ud. no le hacía falta y que para ell@s eso era el sustento de sus familias.
Por eso, hoy no dejo de ver a ese hombre que no tuvo pudor en participar en maquillar una contabilidad para conseguir un objetivo, aumentar su ego y seguir llenando sus bolsillos y los de unos pocos que circulan a su alrededor. Sin importarle quienes se viesen afectados por sus juegos.
Ese hombre que no le tembló el semblante cuando su banco tuvo que ser rescatado con dinero público, dinero que deberemos pagar todos los ciudadanos durante años y años, aún sabiendo que el mal estado financiero en el que se encontraba su banco era debido a las malas gestiones internas y abusos de poder.
Ese hombre que no tuvo pundonor e hizo uso de una parte de ese dinero, para otros menesteres nada relacionados con la salvación financiera de su banco.
Ese hombre que no tuvo pundonor e hizo uso de una parte de ese dinero, para otros menesteres nada relacionados con la salvación financiera de su banco.
Ese hombre que no dudo en repartir generosamente el dinero dudosamente acopiado durante años, entre empresas familiares, secretarias, abogados y amig@s. Gesto que podría indicarnos un grado de generosidad, pero que más bien se aleja de ser así, dado que curiosamente ese dinero de una forma u otra parece tener un efecto bumeran.
Pero de cualquier forma, lo importante no es lo que yo pueda ver u opinar sobre Ud. señor Rato.
Lo verdaderamente importante es saber qué va a pasar ahora.
Saber si los ciudadanos vamos a recuperar lo que nos fue sustraído.
Saber si verdaderamente se castigará a quién hizo la trampa y a sus seguidores de escena. (Que no sé porque me da, que son muchos)
O como viene siendo costumbre, todo esto quedará en el más absoluto silencio transcurridos unos días.
Y si no juzguen Uds. mismos, porque en mi opinión es que hay algun@s que han cogido el gustillo a estas farsas teatrales.
* Se abre el telón y aparecen los protagonistas de la historia, casualmente siempre sonriendo.
* Nos relatán una historia a toro pasado.
* Los protagonistas mantienen en todo momento su sonrisa, eso sí, echando de vez en cuando alguna mirada desafiante al infinito como si supiesen que alguien desde algún lugar va a recibir un mensaje. (Si yo caído, tú también)
* Momentos después se cierra el telón.
El público espera expectante que alguien aparezca y cuente el final de la historia, pero.
* Se abre de nuevo el telón y para la sorpresa de todos comprobamos que...
Los protagonistas son nuevos y sus historias también.
Lo verdaderamente importante es saber qué va a pasar ahora.
Saber si los ciudadanos vamos a recuperar lo que nos fue sustraído.
Saber si verdaderamente se castigará a quién hizo la trampa y a sus seguidores de escena. (Que no sé porque me da, que son muchos)
O como viene siendo costumbre, todo esto quedará en el más absoluto silencio transcurridos unos días.
Y si no juzguen Uds. mismos, porque en mi opinión es que hay algun@s que han cogido el gustillo a estas farsas teatrales.
* Se abre el telón y aparecen los protagonistas de la historia, casualmente siempre sonriendo.
* Nos relatán una historia a toro pasado.
* Los protagonistas mantienen en todo momento su sonrisa, eso sí, echando de vez en cuando alguna mirada desafiante al infinito como si supiesen que alguien desde algún lugar va a recibir un mensaje. (Si yo caído, tú también)
* Momentos después se cierra el telón.
El público espera expectante que alguien aparezca y cuente el final de la historia, pero.
* Se abre de nuevo el telón y para la sorpresa de todos comprobamos que...
Los protagonistas son nuevos y sus historias también.
Muy bueno....además me da rabia pues a los infiernos que ira ese SEÑOR...SEGUIRAN SIENDO MEJORES QUE LOS CIELOS DE MAS DE UNA CRIATURA...ES LAMENTABLE.
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