Translate

Bienvenidos a mi Blog.
Brevemente os explico cual es el fin de dicho Blog.
Me considero una persona que disfruto y aprendo con todo lo que tengo a mi alrededor y he querido utilizar este medio para que otros también puedan disfrutar de mis conocimientos y experiencias.
No quiero centrar mis publicaciones en un solo tema, por ese motivo, lo mejor será que yo cuente lo que sienta y vosotros busquéis en este Blog lo que necesitéis.
Espero estar a la altura de vuestras expectativas, y que encontréis aquí toda la información y/o el entretenimiento necesario.
Ya solo me queda agradeceros que hayáis entrado en este Blog, y sugeriros que continuéis contando conmigo en un futuro.
Pero no quiero despedirme, si antes pediros perdón anticipadamente, por cualquier falta gramatical que pudiera cometer. Intentaré ser lo más perfecta que pueda, pero no puedo prometeros no equivocarme, jeje.

Gracias a todos por visitarme.

Datos personales

miércoles, 11 de junio de 2014

¿Qué estás dispuesto a dar como trabajador?


Tengo una larga carrera profesional creada en distintas empresas, en distintas funciones y en los dos lados de la balanza (como empleada y como empresaria). Puedo decir que en todos y cada uno de los proyectos que he tenido en mis manos, he puesto toda mi dedicación, experiencia y entusiasmo para que el resultado final fuese perfecto,o al menos, rozando casi lo que yo consideraba perfecto (porque como todos sabemos, cada uno percibe la perfección a su manera, al igual que el resto de las cosas).

Ahora, después de tanto tiempo la pregunta que me surge es, ¿saben las empresas españolas, valorar, agradecer o recompensar todo esto?.

Hago esta reflexión porque creo, que éste es uno de los motivos por los que cada vez menos personas se entregan al completo en sus proyectos laborales.

Tengo la sensación que algunas empresas, no saben diferenciar entre los trabajadores que desempeñan un trabajo y, los que además de desempeñarlo se han involucrado en él.  Cayendo en el error de no valorar y porque no decirlo, no agradecer su labor en la empresa.

Cuando hablo de valorar o agradecer, no me estoy refiriendo sólo en lo económico, que algunos pensarán que es el único método. Hay otras formas de demostrar que estás satisfecho y agradecido con el trabajo y con la dedicación recibida. Como puede ser, verbal, escrita o, simplemente el hecho de compensarlo ofreciendo la tranquilidad de que su esfuerzo se verá transformado en una larga continuidad en su puesto de trabajo.

 ¿A quién no le hace sentirse bien el saber que su trabajo está siendo valorado en positivo por los receptores del mismo?.

Este simple gesto, que no cuesta nada, aporta mucho.

Aporta estabilidad emocional,  ilusión, subida de la autoestima y tranquilidad laboral.  Lo que a su vez se traduce en, máximo rendimiento y éxito en otros futuros proyectos.

La motivación en las empresas hacía sus trabajadores, es uno de los pilares del éxito y un factor que se debería cuidar mucho, pero paradójicamente es uno de los aspectos que se ha ido descuidando en la gran mayoría de las empresas españolas, por no decir casi "desapareciendo".

Está demostrado que un trabajador con una vida laboral sana y tranquila, rinde muchísimo más en su labor que uno intranquilo y/o incómodo en su lugar de trabajo. Pero a pesar de conocer este dato, las empresas prefieren no dedicar tiempo ni invertir, para mejorar la calidad de vida laboral que tienen sus empleados.

Podríamos pensar que ya no se lleva eso de empezar desde joven en una empresa desde la escala cero e, ir subiendo puestos en función del trabajo y los méritos reconocidos a lo largo de los años. Ahora lo que impera es el elegir a un trabajador por el máximo que puedas exprimirle y por lo poco que te pueda costar el mantenerle, y lógicamente, sin ningún pudor por despedirle si aparece otra opción que salga más rentable.

Desgraciadamente nos estamos empezando a acostumbrar a ver a diario como un trabajador que se ha dejado y se deja la piel por su empresa pero que, bien sea por la posibilidad de contratación a menor coste por la gran bolsa de trabajadores desempleados, por beneficio fiscal por contratación nueva por edad, etc., empieza a ser una carga económica para su empresa. Y ante esta tentativa, la empresa deja de valorar su dedicación y trabajo prestado, con el consiguiente resultado de una carta de despido en la que se puede ver la causa "bajo rendimiento en su puesto de trabajo". Eso sí, luego suelen explicar que no es real ni  justo el motivo del despido, pero que como empresa que son, tienen que optimizar los costes y, como es la forma más sencilla de reajustar, simplemente has sido un daño colateral de la crisis en la que estamos sumergidos. Viéndolo así, te pones en su lugar y empatizas con la causa, aunque lógicamente, no con el efecto.

Lo grave de estas situaciones, es hacía donde nos pueden llevar. Seguramente si seguimos por el mismo camino, llevará a crear unos trabajadores poco ilusionados y por lo tanto menos entregados.



Debate sobre el tema

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.