Acabar con la corrupción es pura utopía. La explicación es tan sencilla como qué siempre existe un interés personal de por medio y, ante una ocasión así, cualquier individuo puede estar tentado. Otra cosa es no sucumbir a ella, bien por principios morales y éticos, o bien por miedo a las consecuencias que ese acto ilícito pueda acarrear.
Si tod@s los individuos de la tierra tuviésemos un alto grado de principios morales y éticos, es obvio que no existiría la corrupción, pero como ese no es el caso, haremos hincapié en el segundo factor, "las consecuencias negativas que nos puede acarrear".
En este punto es donde entraría la Ley, concebida para poner el orden necesario, y cuyo objetivo no es otro que el de mandar y prohibir algún hecho con el consiguiente castigo si no se cumple.
Lo más lógico es, que existiendo dichas leyes, éstas sirviesen para castigar y hacer que el culpable pagase por el daño que a causado a otro/s. Sin tener distinciones ni exclusiones de ningún tipo, ni siquiera por su condición política y económica.
En España parece que algun@s ésto no lo deben tener muy claro, dado que podemos apreciar como la corrupción la separan en dos vertientes.
Una vertiente podríamos decir que englobaría a la corrupción del ciudadano de a pie (individu@ popular) qué, una vez descubierto, sí que será utilizada la Ley para dictaminar su castigo y pagará por sus actos.
Y en la otra vertiente entraría la corrupción de políticos y altos cargos qué, rara vez se destapa porque la tajada suele estar muy pero que muy bien repartida, y que si es descubierta, cabe la posibilidad de ser mirada por la justicia con ojos algo más cariñosos. ¿Quizá se deba esto a la cantidad de personas que puedan verse salpicadas?. Claro está, que también hay que contar con el hecho que una gran mayoría de estas personas cuentan con inmunidad parlamentaria o fuero parlamentario y esto les hace ser invisibles ante la Ley.
El por qué es muy sencillo. Poco a poco hemos ido viendo como nuesto@s políticos han sabido atribuirse el poder de hacer y deshacer las leyes. Como algun@s se ceden favores a cambio de favores. Como se han adjudicado derechos que el resto no tiene. Como han sabido entrelazar los organismos públicos de España para que todo cuelgue del mismo hilo. Al igual que tienen en su manos, ya que designan y cesan a su antojo y conveniencia, bien sea directa o indirectamente, a las personas que representan a la Justicia. ¿Quién nos puede asegurar que no estarán tentados a intimidar o presionar a estas personas para que los acontecimientos giren siempre a su favor?
Visto lo visto, yo diría que empiezan ya jugando con ventaja y lógicamente creando un escenario aparentemente tan fácil y apetecible que lo difícil será que no entren ganas de jugar.
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